Desde hace décadas, se ha hecho evidente que traducir videojuegos en películas y series fascinantes no es tarea fácil. Si bien hay un puñado de historias de éxito (en particular, la serie animada Arcane y las películas taquilleras de Sonic), hay innumerables cacharros que han tenido problemas para aprovechar al máximo el material de origen. Si no hay una sola razón por la que resulte tan difícil, existe una teoría predominante: si bien los juegos están diseñados para ser divertidos, no siempre tienen el mismo nivel de matiz narrativo que se requiere de una película o una exitosa serie de televisión.

Hasta ahora. Si algo parece listo para romper la maldición y ofrecer una adaptación cinematográfica que es tan apasionante de ver como de jugar, es The Last Of Us, la versión de HBO del aclamado drama de supervivencia apocalíptico de Naughty Dog. No solo con la incorporación del escritor y director del juego Neil Druckmann, sino también con el productor ejecutivo de Chernobyl, Craig Mazin, el escenario está listo para algo especial. “Es un caso abierto y cerrado: esta es la mejor historia que jamás se haya contado en los videojuegos”, le dice Mazin a Empire en la nueva edición de Greatest Actors.

Esa historia es una de zombis merodeadores, una América devastada, y una historia de padres e hijas sustitutos, como el contrabandista Joel (aquí interpretado por el propio Mandalorian, Pedro Pascal) y la adolescente bocazas Ellie (Juego de tronos ‘ Bella Ramsey) atraviesan los traicioneros restos de los Estados Unidos. Esos personajes deberían ser clave para el éxito de la serie. “No dispararon nada con los globos oculares”, dice Mazin sobre lo que hizo que el juego funcionara. “Eran solo personas. Y eso, en sí mismo, es notablemente raro en los juegos. El hecho de que lo mantuvieran tan arraigado y realmente te hiciera sentir: nunca había experimentado algo así, y he estado jugando videojuegos desde 1977”.

Con los showrunners correctos en su lugar, un elenco estelar y el poder de HBO detrás de todo, el resultado parece ser una serie que permanece fiel a los juegos, pero con un poco de margen de maniobra para la exploración y la evolución. “Los juegos en sí son a menudo geniales para jugar y nada brillantes para ver cuando se dramatizan”, argumenta Mazin. “Neil y yo siempre supimos preguntar: ‘¿Por qué solo hacemos lo que está en el juego? ¿Qué podemos hacer para expandirnos?’”. La mejor historia jamás contada en los videojuegos podría convertirse en una de las mejores historias jamás contadas en la televisión.

Fuente: Empire